

Paso 1
Respirá profundamente con el diafragma, inhalá lentamente hasta que no quepa más aire y exhalá lentamente también. Esto permitirá que se estire el diafragma y se detenga el espasmo. Lo ideal es que contengas la respiración durante 30 segundos.
Paso 2
Comer una rodaja de limón te permitirá detener el hipo. El ácido en las papilas gustativas hará que el organismo se distraiga hasta el punto de proporcionarte el alivio de quitarte el hipo. Por más ácido que sea, mordé sin piedad.
Paso 3
Llená el vaso con agua fría. Tomar abundante agua helada permitirá que desaparezca la inflamación en el diafragma que es responsable del hipo. Tomá todo un vaso lleno vigilando que no agarres aire, luego aguantá la respiración durante 30 segundos.
Paso 4
Otra alternativa para detener el hipo es colocar tu boca en la pared externa del vaso. Ponete boca abajo y toma tanta agua como puedas. Luego, reincorporate. Esta alternativa permitirá detener el hipo ya que la postura de tu cuerpo permitirá se pause el espasmo del diafragma.
Paso 5
Respirá dentro de una bolsa de papel. Cubrí tu boca y nariz. Inhalá y exhalá durante 2 ó 3 minutos. Esto permitirá que se aumente el nivel de dióxido de carbono en la sangre y se detenga el hipo.